domingo, 6 de abril de 2014

Un pequeño regalo (3)

Le miró expectante, él ya no tenía nada más que decir. Normalmente ella habría captado que era su turno de hablar, se conocían bien y estaban muy sincronizados en sus pensamientos. Pero esta vez Ayrun había quedado un poco sorprendida por la reacción de preocupación en su rostro y había quedado absorta en sus propios pensamientos. ''Entonces, ahora tú sabes mucho más que yo'' dijo él para sacarla de su ensimismamiento. Ella despertó y giró la cara para mirarle, pestañeo un par de veces y asintió.
Esa era la cosa con Ayrun, podías seguirla, sí, pero solo si ella se dejaba. Tenía una gran intuición y mucha perspicacia, era imposible seguirla sin que se diera cuenta. O casi imposible, porque él lo consiguió una vez, seguirla sin que ella reparara en los silenciosos pasos que la seguían... o al menos eso creía él.

''Eran 2 hombres, mediana edad, uno 36 y el otro un par de años mayor, si tuviera que decir un número exacto de años, claro. No te aburro con la ropa que llevaban ni con otras cosas de su físico, ambos sabemos que puedes cambiar tu imagen con facilidad. Es más, serías un idiota si no lo hicieras en ese trabajo...'' carraspeó. Se estaba desviando de lo importante y sabía que él no necesitaba escuchar detalles innecesarios. Pero su cara no reflejaba descontento, la miraba absorta, escuchándole hablar...lo que ella no sabía es que le encantaba escucharle hablar así, emocionándose, creciéndose a cada palabra. Y por ahora, seguiría sin saberlo. Continuó.
''El hombre mayor tiene una herida en el hombro izquierdo, lo sé por como sujetaba el periódico para cubrirse, y el más joven tiene caspa, debería cambiar de champú. Son bastante buenos, casi les pierdo en un momento, al final decidí perderlos a ambos en la esquina de la panaderia'' terminó diciendo, retirándose el pelo que caía, rizado, sobre su cara. Permanecieron en silencio ambos, evaluando la información que tenían. ''Zurdos o diestros'' dijo él en voz alta. Lo afirmó, ni siquiera lo entonó como una pregunta aunque lo era. Ayrun pestañeo de nuevo y le miró velozmente. ''Perdón, se me olvidó mencionarlo. Ambos eran diestros, aunque uno de ellos se empeñó firmemente en parecer zurdo, no pudo engañarme'' sonrió ampliamente, ambos sabían cómo lo había sabido, la maniobra ''giro inesperado'', sin duda. Era algo tan simple como ingenioso, bastaba con saber que te seguían, girar una esquina y esperar unos segundos sin moverte, cuando tu perseguidor gira la esquina te das la vuelta inmediatamente como si te hubieras confundido de calle y te chocas con él, haciendo saltar de tus manos un boli o cualquier otra cosa. Por muy preparado que esté, la sorpresa de encontrarte de cara y tan cerca, le hará moverse de forma involuntaria para coger el objeto que haya saltado y podrás ver qué mano utiliza para ello. Así de simple.

Él asintió levemente, medio sonriendo. Ya tenían algo de información sobre la gente que les seguía, ahora debían de idear un plan de acción.
''En serio, a saber qué es lo que me has conseguido para mi cumpleaños, esta vez te has lucido" dijo Ayrun mientras salía de la habitación. No tenía ningún interés en saber lo que era.

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