martes, 4 de diciembre de 2018

No todo el amor se siente igual

No todos los amores son iguales, no.
No todos se sienten igual... y quizá sea eso lo que haga del amor, amor.
Algo íntimo, personal, que se nutre y se moldea de distinta manera según la persona a la que se ama. Y se crea algo irrepetible, algo que por muchas veces que te hayas enamorado, no será nunca igual. ¿Y no es eso bonito? Yo creo que sí.

Aun hoy, después de tantos meses juntos, sigo pensando en ti constantemente. Mientras trabajo, mientras voy en el metro, mientras juego, mientras canto, y sobretodo mientras escribo. Y siempre pienso que tengo ganas de volver a tu lado, sea la hora que sea, esté donde esté. Me encanta la sensación de estar cerca de ti, aunque tú estés a lo tuyo, y yo a lo mío. Me hace feliz sentir tu presencia cercana.

Eres la playa recóndita donde descansa mi ser,
mi santuario de paz donde puedo volver.
Hasta en mi peor día, encontrarme a tu lado,
apaga mi rabia y deja mi corazón calmado.

Eres la magia que me mantiene siempre niño,
el hada que crea los polvos con los que río.
Mi pensamiento alegre de Nunca Jamás,
no importa dónde volemos si tú aun estás.

Eres el suspiro de Becquer,
que nunca supo a dónde iba.
Qué tonto él, que preguntó
yo lo seguí, a ti me llevó.


 Y estás lineas describen perfectamente como siento mi amor por ti.
Gracias por ser así.

~R

martes, 13 de marzo de 2018

Ojalá vuelvas

Entiendo que te fueras, comprendo los motivos, incluso aquellos que nunca se dijeron y quedaron a merced del olvido en el fondo de ti. Comprendo mis errores, mi equívoca motivación, mi falta de comprensión. Así que no solo entiendo que te fueras, sino que además lo apoyo. Lo que no consigo sobrellevar, es que no vuelvas, o peor aún, que no quieras volver.
 
Después de tantas horas, tantos recuerdos y canciones. Después de tantos viajes, tantos esfuerzos por regalarnos unos minutos más. Hicimos grandes cosas pequeñas, vivimos de forma distinta momentos banales. Pero sobretodo, creamos. Creamos cientos de historias, algunas reales y otras no tanto; creamos magia, unas veces de letra y otras de tan solo un instante; creamos algo, para los dos, un algo sin nombre y ajeno al paso del tiempo, un algo que debía estar para siempre... Porque tanto tú como yo, lo habríamos querido así en su momento.
 
Y a mí, a mí se me parte el alma solo de imaginar que no se puede recomponer el puzzle. Sabía que eras de muchas piezas, y que eran de difícil encaje, incluso algunas eran cambiantes. Sabía que tardaría toda una vida en entenderte del todo, pero estaba dispuesto a esperar si mientras podía seguir aprendiéndote día a día.
Solo espero que te des cuenta de lo mucho que has sido para mí, de lo mucho que me has importado... y que sepas que pase el tiempo que pase, aquí te seguiré esperando. 
 
Y ojalá un día me hables tú, y pueda empezar una nueva historia con la misma letra pero distinto final. O mejor aun, sin final.

Ojalá vuelvas.

martes, 6 de marzo de 2018

Inconexión

Estaba esperando el metro, resulta que en mi parada no llega la cobertura de internet, así que como siempre he dedicado esos minutos de inconexión para dar un repaso a las fotos de mi móvil.

He estado mirando las fotos de mi familia y de mi querida sobrinita Laura. No he dejado de sonreír ni un solo instante en esos 5 minutos que ha tardado el metro en llegar. No he dejado ni un segundo de querer poder cerrar los ojos y chasquear los dedos, para que al abrirlos me encontrara allí con ellos.

Después ha venido el metro y casi sigo con mi vida. Pero entonces me ha atacado una sensación de rechazo, de inconformismo. No, no está bien que haya tenido que ser la falta de internet la que me haya hecho prestarles esa atención a mi familia y sus fotos. No está bien, porque debería sacar más tiempo para la realidad y menos para la ficción que es internet.
Nos abosrbe a muchos, nos aparta de los sentimientos más humanos y de cosas que no deberían nunca quedarse atrás en la vida de nadie.

Hoy me he dado cuenta de que tengo algo que cambiar en mi vida. Y ese es el primer paso para cambiarlo.

viernes, 2 de marzo de 2018

Nada en el Tintero

Yo creo que lo peor de la vida es que nunca sabes qué elección te va a llevar a qué y te va a privar de cuánto. Al mismo tiempo, ahí mismo radica lo maravilloso de la vida, lo que hace que realmente estés viviendo TU vida.

Por eso los videojuegos gustan tanto. Guardar y cargar, infinitas veces, hasta que hayas probado todas las combinaciones y elijas el resultado que más te guste. Al mismo tiempo, por eso siempre volvemos a la vida real, para poder ser nosotros mismos mediante las elecciones sin vuelta atrás que hacemos.

Y precisamente por ese caracter incierto, azaroso también, es por lo que creo firmemente en estas tres cosas:

- Da siempre una segunda oportunidad, no a aquellos que te la pidan, sino a aquellos que en sus acciones reflejen que realmente la quieren. Nadie que no se preocupe por ti de verdad seguirá ahí aun cuando vuestros caminos se hayan separado. Piénsalo.

- No guardes rencor. El rencor es injusto, porque le pone la cara de su yo pasado incluso a aquellos que cambiaron hace tiempo. El rencor ciega, te impide ver las personas como son y las muestra siempre como quien fueron, o peor. Y el rencor solo trae más rencor.

- Sé sincero. Con el resto del mundo y contigo mismo. No dejes cosas sin hacer por orgullo, el orgullo es simplemente el miedo a que piensen menos de nosotros. Y ¿Qué importa qué piensen? Importa lo que piensas tú.
Ser sincero con los demás hará que confíen en ti, pero no lo hagas por eso, hazlo porque solo así tendrás una conciencia tranquila y dormirás bien todas las noches.

- Bonus: No te dejes nada en el tintero.