lunes, 30 de diciembre de 2013

Tonto, ven

Estaba sentada en el sofá de casa, observando tranquilamente la colección ingente de CD's que había en la estantería del salón. Siempre le había gustado perder la mirada en aquella hilera de títulos musicales varios. Había tantas canciones en esos CD's que le traían tantos recuerdos. Su mente se perdió en la música de su cabeza, comenzó a imaginar notas y melodías en su mente, como quien piensa en cualquier cosa. Y de pronto... el móvil la despertó de su ensueño.

"Creo que tienes una carta en el buzón, deberías mirar" decía el mensaje que acaba de recibir. Sonrió y negó con la cabeza, le había pillado por sorpresa, pero realmente, tratándose de él... ¿Cómo podía estar verdaderamente sorprendida? Se abrigó y se recogió el pelo en una rápida coleta, bajó las escaleras hacia el portal de su casa y caminó despacio hacia la entrada donde se encontraban los buzones. Al deslizar la mano en el buzón pudo notar el papel, y notó que ni siquiera había sobre. Era simplemente un folio doblado con una carita sonriente como única señal del remitente.

No sé hasta qué punto puedo sorprenderte con algo así, pero de igual manera tenía que hacer esto, no podía venir a tu ciudad y no dejar un recuerdo. Como ves, no hay sobre, así que ya sabes que he sido yo mismo el que ha puesto la carta ahí. La cosa es...¿La he puesto hace rato, o la acabo de poner y sigo por ahí cerca esperando a que quizás te ablandes y me escribas para decirme "Tonto, ven, pero sólo un rato"? Quién sabe, ¡soy tan impredecible como un papel empujado por el viento!
O en verdad no.

Sé que esto es hacer trampas, que tú tenías tus cosas y compromisos y que yo estoy aquí robándote tiempo haciéndote leer mis tonterías y con mis ideas de última hora. Pero no puedes culpar a un tonto por hacer tonterías, somos así.

En cualquier caso, el año termina, y no podía dejar que acabara sin decirte lo mucho que agradezco el haber podido conocerte y formar parte de tu vida...

Y continuó leyendo, con paciencia, saboreando cada una de las palabras que él se había tomado la molestia de dibujar en aquel papel, un papel que había hecho 400km para ser leído. Y a medida que iba leyendo, la sonrisa de sus labios fue acompañada con la sonrisa de su mirada, y no porque aquel chico escribiera como nadie, ni porque aquel chico le escribiera las cosas más bellas que había leído jamás. Simplemente sabía que de la primera a la última palabra que él escribía, era tan sentida y tan sincera como la vida misma.
Terminó de leer la carta, ahí de pie al lado de su buzón, mordiéndose el labio inferior y negando con la cabeza, pensando en la sublime paliza que le daría ahora mismo si lo tuviera delante. Y aún con todo, cogió de su bolsillo el teléfono y escribió "Tonto, ven, pero sólo un rato". Y esperó.

Escuchó una voz proveniente de detrás del pilar. -Tienes razón, soy tonto, pero aquí estoy-. Y saliendo de su cercano escondite se acercó a ella intentando no sonreír demasiado, intentando no emocionarse en exceso, intentando no irradiar felicidad como si fuera un árbol de navidad lleno de lucecitas. No pudo conseguirlo.
Sus ojos le atravesaron sin querer, de una manera firme pero suave, haciéndole vacilar en los últimos pasos que les separaban. Y entonces... ella se acercó veloz y le asestó un puñetazo en el hombro. -Coche amarillo- dijo señalando hacia la carretera.
Él se giró por instinto, ella aprovechó la distracción, y cuando se dio la vuelta después de identificar aquel coche que había motivado el amistoso ataque, se encontró con un abrazo de esos que se sienten como quien lleva una vida esperando, de esos que no se dan mejor ni con 100 brazos. Un abrazo de esos que deja salir un suspiro del alma, como el que encuentra algo después de buscarlo durante mucho tiempo.
-Pero recuerda, tengo compromisos, así que sólo será un rato- dijo ella agitando el índice en señal de aviso...

Y según a quién le preguntes, aquel rato fue una pequeña hora, o una eternidad; fue un pequeño encuentro o un sin fin de recuerdos llenos de risa y felicidad; fue tan sólo un rato... o fue el mejor regalo de navidad hecho tiempo.


  

sábado, 28 de diciembre de 2013

Y despertó

Se dejó caer en el sofá como el que llega a casa después de un largo día, extenuada, desganada. No sabía cómo había llegado a aquella situación, en teoría las cosas le iban bien, tenía un trabajo, tenía un buen sitio donde vivir, contaba con la compañía de su gran amiga Elle, y  estaba aprendiendo mucho. 
Se abrazó al almohadón solitario del sofá y flexionó las rodillas para poder apoyar la cabeza en ella. Mirando al infinito, mirando a ningún sitio, a cualquier punto en blanco de la pared o del amueblado.

Pensó que estas últimas semanas había estado con mucha gente que le había hecho reír, que le había hecho pasar momentos divertidos. Pensó que había tenido tiempo de ver películas y series tranquilamente tumbada en su cama, un placer sin duda. Pensó también que había salido por ahí, a divertirse, que mucha gente le había mirado, que mucha gente le habría seguido. Pensó que había estado viviendo una vida nueva y que la estaba disfrutando, que las cosas le estaban yendo bien. Y era verdad.
Entonces ¿Por qué de repente se sentía así?

"Será un día tonto" pensó para sí misma. "Mira que rallarme ahora por eso". Y se mordió el labio inferior. Y al hacerlo, de golpe, acudieron a ella mil sensaciones diferentes. Y recordó que con él la risa era una risa distinta, que los momentos divertidos calaban aún más, que las películas parecían mejores en su compañía, y que su manera de mirarle no la tenía nadie más. Recordó la sensación de tenerle cerca y no poder besarle, esa mirada cómplice y ese morderse para ahogar un beso. Recordó la sensación de sus manos en su espalda dibujando sinsentidos, en su pelo jugando a enredarlo sin más, en su cara deslizándose justo antes de volverla a besar. Recordó el calor de su cuerpo en pleno invierno, la sonrisa que deletreaba felicidad. Recordó aquello que hace que la vida sea un poco más vida... y quiso poder volver atrás. Cogió su teléfono, decidida, y mientras volvía a morderse el labio escribió: "ojalá estuvieras aquí".


Sonó el despertador, y entre sábanas vacías, él despertó.

martes, 24 de diciembre de 2013

2013 is over


Este año ha sido un año muy completo y lleno de grandes cosas. Este año es un año en el que he aprendido mucho y he ganado aún más. El 2013 ha sido posiblemente uno de los años más importantes de mi vida por todas estas cosas, y sólo me cabe esperar que para todos vosotros también lo haya sido...y que el 2014 sea aún mejor. =)

Feliz Navidad a todos, a mis amigos, a mis amigas, a mi familia e incluso a aquellas personas que sólo he visto una vez en mi vida. ¿Y por qué no? Feliz navidad también a todas aquellas que no he conocido ni visto y no veré jamás. 
Es una pena que tengamos que esperar a la navidad para tener noticias de algunas personas que nos importan, es una pena que tenga que ser en estas fechas cuando muchos se atrevan a abrir su corazón y decir a sus personas más cercanas todos los sentimientos de cariño y amor que han estado sintiendo durante todo el año. ¿Tan difícil es decir lo que se siente de vez en cuando? ¿Hace falta esperar a que sea navidad, momento en el que todo el mundo dice esas mismas palabras y terminan por sonar un poco huecas? Yo creo que no.

Y es por eso que no estoy escribiendo esto porque sea navidad, sino porque termina el año, este 2013 maravilloso. Este 2013 en el que por fin terminé la carrera al completo, y nada menos que con una media de notable y un trabajo de final de grado de 9. Este 2013 en el que mi hermano, mi muy querido hermano, se casaba con Lucía, y yo tenía la oportunidad de exponer delante de toda la familia todo lo que mi hermano significa para mi. Un momento irrepetible y que quedará grabado en mi cabeza por siempre.
Un 2013 en el que he aprendido a vivir sin depender de una sola persona, a distanciarme del sufrimiento por amor de una manera más que saludable. Un año en el que he estrechado fuertemente los lazos con algunas amistades y he compartido grandísimos momentos con ellas.
Sin duda ha sido un año tremendamente especial. Un año en el que he escrito más poemas de los que había escrito nunca, y he compuesto canciones como no habría soñado jamás que llegaría a componer, y un año en el que he he podido compartir todo eso y mucho más con mucha gente gracias a este blog.
Pero sin duda alguna, lo que más me ha llegado de este año, lo que más riqueza ha llevado a mi ser... ha sido la gente nueva que he conocido. He conocido gente estupenda en sitios y de maneras que no me habría imaginado jamás.
He conocido a una chica estupenda que me hace reír como pocas personas, que es un trozo de pan, que desde el primer momento supo ayudarme a sonreír.
He conocido a un grupo de personas que son mucho más que una querida panda de frikis, que saben como hacerme pasar unos ratos geniales, que siempre me reciben con los brazos abiertos y siempre hacen que me quede con ganas de más en cada viaje.
He conocido, mejor dicho, re-conocido a una chica que ha compartido conmigo momentos tan especiales y únicos que está prohibido para las palabras el intentar contarlo. Que ha sabido, a pesar de mil dificultades, tener paciencia infinita conmigo y, honestamente, brindarme algunas de las mejores noches de mi vida. Una chica que me ha hecho reír y llorar, temblar y soñar. Una chica que creó ilusión en mi sonrisa, y a la que echo de menos hoy y cada día.
Y por último, por último...
Te conocí a ti, por arte de magia, por fruto de mil casualidades y mucha suerte. Te conocí a ti, capaz de transmitirme sentimientos a través de tu voz y tu expresión, capaz de hacerme crear textos tan cargados de sentimiento y tan geniales que soy incapaz de volver a leer sin que se me ponga la piel de gallina. Te conocí a ti, rara como ninguna, distinta e impredecible, un puzzle de infinitas piezas que no quiero terminar de montar jamás.
Te conocí a ti, amanecer.


Y por eso.. despido el 2013 con una lágrima en la mejilla y una sonrisa en la boca.. y espero que el 2014 sea como mínimo, la mitad de especial.






sábado, 21 de diciembre de 2013

Only know you love her...


Llevo tiempo sin escribir, y el motivo es incierto incluso para mi. Quizá sea que mi alma ha perdido la pluma y  mi corazón el tintero; quizá la inspiración haya huido de mis manos para buscar nuevos lugares; o quizá aquello que siento para escribir está rodeado de una capa de oscuridad tan profunda que inconscientemente lo aíslo en lo más profundo de mi ser para jamás vea la luz del sol. ¿Quién sabe? En esta vida ocurren tantas cosas, muchas de las cuales ni siquiera formaban parte del plan, muchas de las cuales no tenían carta en nuestra baraja...pero en explicablemente ahí están.

Pero en fin, llegados a este punto, lo mejor será explotar, dejar sangrar las heridas para que salga la ponzoña que encerraron las prematuras cicatrices. He querido, mucho y muchas veces, he querido tanto y tantas veces que hasta a mi me resulta graciosa la noción de que tanto sentimiento haya cabido en un sólo corazón... y no sería la primera vez que me he llegado a preguntar si eso era posible, si realmente podía haber amado tanto y tantas veces... o si realmente es que no he amado nunca.
Son cosas que uno se pregunta, pero cuya respuesta no se encuentra en ningún sitio que no sea uno mismo, en el corazón.

Yo he buscado ahí adentro.
Yo me he armado de valor y me he adentrado en sus profundidades.
Yo me he lanzado al vacío de sus abismos.
Yo he navegado hasta la más oscura de sus simas. 
Yo he atravesado hasta la última de sus murallas...
y he dejado todo explotar en mí una  vez más.

He sentido de nuevo el dolor de cada hasta luego, el amargor final de cada beso de despedida. He sentido como mi garganta me ahogaba en un vacío suspiro por cada noche que deseé con todas mis fuerzas que amaneciera a mi lado. He sentido un gran agujero en el pecho como el que sentía con cada evocación de su recuerdo y he sentido como rodaban mis lágrimas por la arena de mis mejillas con cada paso que se daba en dirección opuesta el uno al otro...
Pero también he saboreado la dulzura y pasión de cada beso de reencuentro, el fuego interior de cada momento de locura y desenfreno. También he dibujado sonrisas que creía olvidadas, que sólo tenían por motivación el tenerla sentada al lado. He oído a mis ojos hablar de ilusión y ganas de luchar, les he oído gritar canciones que salían del alma, segundos en los que se erizaba mi piel.

Y si todo eso es lo que he sido capaz de sentir con tan sólo los resquicios de lo que un día fuera o no fuera amor... entonces perdonadme si afirmo ya sin dudarlo, que querer he querido tanto como amar un hombre puede. Fuera a quién fuera, y tantas veces como mi corazón haya decidido que tocaba.

....
..

Y nunca se borra. Porque en mí vive algo más que el recuerdo, en mí subsiste algo más que unos ojos en la memoria, más que unas palabras o un beso en un tobogán, más que una esclava con el mote más absurdo del mundo, más que una canción que nunca volvió a sonar igual para mí, más que una luna o unas estrellas, más que una escena final de una película que ahora mataría por volver a ver. Es mucho más... más que unas cenizas que con cada bocanada de viento se esparcen más y más lejos. 
Es un cálido fuego azul que nunca se extingue, es algo tan único en mí que se aferra a mi vida eternamente, dispuesto a quedarse ahí hasta que quizá algún día alguien quiera rescatar lo que nunca terminó.
¿Que por qué? Muy sencillo... porque todas esas personas han marcado en mi un antes y un después de alguna manera, porque he cogido de ellas algo que me ha hecho ser diferente, han escrito a -fuego- en mi piel y mi alma cosas que nadie más podría haber escrito.
Y por eso siempre estarán ahí, latentes, de una u otra forma.

....
..

No tengo que dar explicaciones a nadie. Pero me apetece decir... QUE ME ENCANTA QUERER. Lo adoro con todas mis fuerzas, me encanta pensar en alguien de esa manera distinta, idear mil y una maneras de conseguir hacerle sonreír y romper mi cabeza en puzzles complejos sólo para elegir qué sorpresa le podría gustar más hoy. Simplemente, me encanta, porque eso es lo que soy, y es como mejor me siento. Y eso, eso no lo voy a cambiar por nadie jamás, y si por alguna razón alguna vez fuera distinto.. que se sepa ya, que será simplemente porque me deje a MI de encantar.

....
..

"Y si estuviera condenado a eternamente vivir en un perseguir y no conseguir... que sea porque simplemente no pudo ser, y nunca porque no perseguí bastante aquello que quería."

domingo, 1 de diciembre de 2013

Frío

Muchos decís que hace frío, frío de ese que te cala en los huesos sin importar cuántas capas de ropa lleves. Decís que estando en casa, aún abrigados con el batín y una manta, tenéis las manos congeladas y os cuesta hasta teclear correctamente.

Oigo también a otros hablar sobre un frío que te hiela las ideas, que te enfría las ganas de salir a la calle por miedo a que el frío se abra paso a mordiscos hasta lo más profundo de uno mismo. De un frío tan profundo que no se salva de él ni el fuego, que tiembla y tirita de frío en los rincones más helados del país.

También he escuchado algo de un frío más poético, de ese que nace en las escarchas heladas de un corazón que no quiere sentir, o de un frío de un invierno eterno que sólo anida en vuestros corazones. Alguno ha ido un poco más lejos, y le he visto comentar sobre el frío que quema, un frío tan voraz y agresivo que hasta los témpanos lo temen.

Basta ya. No es que no os crea. No es que dude de vuestra palabra y de lo que vosotros llamáis frío. Todos tienen frío, lo sé. Pero a mi no me lo digáis, no se os ocurra hablar del frío delante de mi. No se os ocurra, porque realmente no sabéis de qué habláis. Y no lo sabréis... porque no habéis pasado una noche con ella y sufrís ahora su ausencia.


~Always