domingo, 30 de marzo de 2014

Sueños

Hace unos días vi un vídeo que me dio ganas de escribir. El vídeo lo subió un youtuber gamer que aunque cueste verlo así, se dedica a sacar sonrisas a la gente con sus vídeos. En el vídeo hablaba de los sueños de cada uno, de cómo hay que luchar y perseguirlos. Y todos tenemos sueños, yo también, pero no siempre nos acordamos de seguirlos. Os dejo el link del vídeo de Jacky en el final de la entrada...

Sueños, todos tenemos algo con lo que soñamos de pequeños, con lo que con el paso de los días pensamos que queremos tener. Todos queremos llegar a algún lugar, de alguna forma...y eso son nuestros sueños. 

Yo creo que la vida es muy gris sin tener sueños, que hay que vivir por algo, para algo, si no la vida pasa y te deja una sensación de que podías haber hecho algo más. No siempre se trata de conseguir tu sueño en sí, sino de intentarlo, de poder mirar atrás y decirte a ti mismo que luchaste por él, que aunque te viniste abajo en algún momento, supiste reponerte y levantarte, peleando con garras y dientes por lo que tú quieres lograr. Siempre hay gente que no cree que tú puedas, a veces es el mismo mundo o el destino los que se ponen en tu contra, poniéndote a prueba, poniéndote las cosas más difíciles que antes. Es duro, no es siempre agradable, pero si es lo que quieres, lo que quieres de verdad, debes seguir intentándolo, haciendo el esfuerzo extra que haga falta para salvar esas dificultades, para moverte a contracorriente si hace falta. Lo digo convencido, luchar por lo que quieres, por tus sueños, nunca es esfuerzo perdido, nunca es en vano. No todo el mundo va a poder entender por que haces lo que haces, no todo el mundo pensará que tu sueño es un buen sueño... Pero nadie tiene derecho a decirte cual puede ser tu sueño y cual no. Lo que tú quieras, es para ti, búscalo, síguelo, no lo dejes escapar. Yo también tengo mi sueño, que siempre late fuerte en mi pecho, yo también tengo mi sueño, que se va acercando a cada paso que doy, y si en algún momento doy un traspiés, siempre procuro dar 2 pasos extra, no puedo dejarlo escapar. No puedo, porque lo quiero, para mi, no puedo, porque entonces dejaré de ser yo.

Me encanta la música, mi guitarra, mis dedos acariciando sus cuerdas, lo vivo y lo siento como el aire que respiro. Pero no es mi sueño. Me encanta escribir, expresarme y dejar que las palabras formen emociones y sensaciones en mi, en otros, que creen recuerdos, es como la sangre que corre por mis venas. Pero tampoco es mi sueño. Mi sueño es otro muy distinto, algo que es mejor que todo lo demás. Mi sueño hace música por sí mismo y se siente como escribir en la noche. Mi sueño tiene su propia melodía constante, sus rimas y metáforas de compleja composición. Mi sueño me hace ser mejor cada día mientras lo persigo, me hace querer ser más, me hace dar de mi lo mejor. Mi sueño podría ser el sueño de muchos, pero de nadie sería tan sueño como de mi, porque no se puede querer más el tener algo, porque no se puede más soñarlo. Mi sueño, es algo más que un sueño, mi sueño...eres tú.

Y pensaréis algunos que son palabras bonitas, que he sabido aprovechar el tema y desviarlo a mi terreno. Pero el que me conozca, sabe bien que lo que digo, no lo digo ni lo pienso, simplemente lo siento así.

~Los sueños son lo que tú quieras, recuérdalo. Lo que TÚ quieras, y no lo que quieran los demás.~


Link del vídeo de Jacky: https://www.youtube.com/watch?v=vGoh5pIWptY&feature=youtube_gdata_player

domingo, 16 de marzo de 2014

Gracias...infinitamente poco.

Hacía tanto tiempo que no lloraba de felicidad que había olvidado el sabor de esas lágrimas. Saben a sonrisa, como la que causa tu presencia en mí, saben a calor, el de tus brazos rodeando mi cuerpo, saben a cariño... como el de tus surruros en mi oído.

Hacía tiempo que no sentía mi piel erizarse con tan sólo una palabra, que no sentía mi corazón pararse con tan sólo una visión, que no perdía conciencia del resto del mundo intentando encontrar en qué punto se habían bloqueado todos mis sentidos... y hoy tú has conseguido todo eso, todo eso y un poco más.

No puedo explicar con palabras lo agradecido que estoy, un gracias sería infinitamente poco...porque lo que has hecho hoy ha sido mucho más que alegrarme el día. Has abierto la primera página del libro que tenía reservado, dormido, el libro que yo no podía abrir, del que no tenía llave, el que nunca atreví a mostrar.

Y aunque no sea más que una palabra, hoy, ahora, es todo lo que te puedo dar:  Gracias.


~Buh


jueves, 13 de marzo de 2014

Tanto o más real.

''No es real, una relación a distancia es una farsa preciosa''
''Es una relación sin futuro''
''Se mantiene del viene y va, de las palabras y misterio y fin''
''No es algo de verdad''

Estas palabras cayeron sobre mí como un jarro de agua fría. No imagino que fueran dirigidas con intención de herir, con intención de hundirme... pero esas palabras podrían haberme derrumbado, podrían haber reabierto heridas que no consigo dejar atrás. Podrían, si no fuera porque estoy seguro de lo que siento, de lo que hago y quiero hacer, si no fuera porque no creo en lo imposible, y porque cuanto más difícil resulta una cosa, más empeño le pongo yo en conseguirla.

Esta entrada va dirigida a todas aquellas personas que pensáis como quien dijo esas frases, para explicaros por qué erráis al hablar así, para explicaros por qué no podéis tener razón jamás. Y por supuesto, también va dedicada a todas aquellas personas que tienen la suerte de haber encontrado a alguien, sea dónde y cómo sea, pero que por ahora no les queda más remedio que enfrentarse a la terrible distancia.

Escuchad (más bien leer) atentamente, porque estas palabras sólo saldrán así hoy. Hoy que me queman, hoy que se empujan por salir. 



Si pensáis que la relación, por ser a distancia, se basa en palabras y misterio, es normal que no entendáis y que lleguéis a conclusiones totalmente falsas. No te equivoques, mi relación se sigue basando en lo mismo que cualquier otra. En el cariño, el respeto, las ganas de ella, las ganas de poder abrazarme a su pecho y dejar que el tiempo vuele entre caricias y nuestros dedos. Aún te digo más, se necesita mucho más valor, mucha más determinación y ganas, ya que desde un principio eres consciente de los esfuerzos extra y las tristes esperas que tendrás que soportar. Pero...ey, he decidido que aún con todo, ella vale mi esfuerzo extra y dedicación. He decidido que es tan genial, que dos días con ella compensan los otros 14 que la echo de menos a cada paso que doy. 

Que no sea fácil no significa que no sea real. Es un principio más complicado, sí. Pero quiero llegar al mismo sitio a donde puede querer llegar cualquier otra pareja, ese punto en el que dos vidas se entrelazan y forman una sola.
No os atreváis, jamás, a decirme si lo que yo siento es real o no, si es de verdad o de mentira. Y sobretodo, no os atreváis -jamás- a decirme que no puede funcionar. Qué estupidez, ¿no te das cuenta de que si no lo intento, entonces sí que tendrás razón? Tú puedes elegir no lanzarte y jugar seguro, o no jugar. Pero no le quites a los demás el derecho a elegir, a decidir que han conocido a alguien que ha marcado su existencia, que han conocido a alguien cuyo simple recuerdo les hace sonreír, les hace sentir. No me quites a mi el derecho a elegir por quién me vale la pena luchar, por quién me vale la pena vivir. 
Sólo porque tú no serías capaz de hacerlo, no significa que yo no lo pueda conseguir.

Es sólo un esfuerzo extra al final del día, unos cientos de pasos más... pero déjame que te diga una cosa, si no serías tú capaz de dar esos cientos de pasos más por ella o él.. entonces quizá seas tú el que todavía no sabe el significado de la palabra amor.

~hasta que nos volvamos a ver, viviré de tu recuerdo y las ganas de verte reír ~



martes, 11 de marzo de 2014

Una vida en un regalo.



Las cosas pasan, a veces no pasan. Pero siempre hay un motivo para ambas. Sin embargo, hasta que pasan...los motivos quedan en un segundo plano, y la ilusión es todo lo que importa. Dicen que los mejores regalos son los que 'no valen dinero'... no se si serán siempre los mejores, pero algunas veces...son los únicos que sueñas con recibir.





- María y yo tenemos una noticia que dar, y me gustaría decírtelo a ti cara a cara- sonó al otro lado del teléfono mientras yo todavía me esforzaba por abrir los dos ojos a la vez mientras me incorporaba en la cama. -aja... y tenía que ser a estas horas, supongo- proteste veladamente. Escuché como se reía - pero qué dices, que son las 11, cualquiera diría que son las 5 de la mañana por tu contestación. Deja de llorar y levanta, a las 12 pasaremos a por ti-. Gruñí y carraspeé para aclarar mi cargada garganta, suspiré y desistí de discutir - como quieras - contesté y le colgué. Y de todas formas, la verdad es que me apetecía mucho verle, fuera la hora que fuera.

Me levanté lentamente de la cama y pegué un trago de agua para refrescarme por dentro y comenzar a despertarme de verdad. Mientras me preparaba el desayuno me perdí en los pensamientos de qué era aquello que querrían decirme. ''¿Se van a casar? No creo, no hasta que no tengan los dos trabajo. Se van a Alemania a vivir...eso sería más plausible, pero tampoco creo que sea eso'' pensé, terminando de beberme la leche y marchando a mi cuarto para vestirme. No tenía ni idea de qué podrían querer decirme, además el día de antes, viernes, había sido mi cumpleaños y nos habíamos visto, y aunque me había pedido perdón por no haberme regalado nada, tampoco noté que estuviera guardando nada por decirme. Muy raro.

Ya estarían al llegar. Me apresuré al cuarto de baño a arreglarme y lavarme los dientes, aunque conociendo a Carlos no esperaba que llegara puntual o especialmente rápido. Me equivoqué. Todavía estaba enjuagándome la boca cuando sonó el telefonillo de la calle. Gruñí de nuevo, apresurándome para secarme y ponerme las zapatillas, coger mis cosas y salir por la puerta como un rayo. Mientras bajaba por el ascensor le escribí un mensaje a Nuria ''Buenos días.'' Y muchos emoticonos de besos. Pero no le llegó, así que deduje que estaría todavía durmiendo, y siendo aún las 12, era algo normal.
Guardé el móvil en el bolsillo y empujé la puerta del ascensor, dirigiéndome a la salida al tiempo que me pasaba una mano por la barba. ''Hmmm, tengo que recortarla ya'' fue lo que me saltó a la mente, y reí.

Abrí la puerta de la calle y ahí estaba Carlos, apoyado justo en la esquina del portal.  -Mira que hacerme esperar...- me dijo sin moverse del sitio. Entorné los ojos y miré para arriba. -creo que es la primera vez en la vida que me esperas tú a mi, deja de llorar- contesté, sonriendo - bueno, y...¿María dónde está?- le pregunté, algo impaciente por saber qué tenían que contarme. Carlos sonrió -Al final no ha podido venir, así que ha venido otra persona en su lugar- me dijo. No entendía, y mi cara lo reflejaba perfectamente. Estaba a punto de preguntar o de quejarme por lo absurdo de todo aquello, pero entonces apareció de detrás de Carlos, con una sonrisa capaz de romper las olas, con una mirada capaz de atravesar las rocas. Se paró a medio metro de mi, mirándome con ganas, con ilusión. Entonces lo entendí todo, el por qué no había tenido regalo de cumpleaños, el por qué no le acababa de llegar el whatsapp, el por qué Carlos me había despertado a esas horas. Juro que intenté contenerme, que quise actuar con normalidad. Pero... ¿Cómo controlarse cuando cada poro de tu piel te grita que la abraces, que la beses, que te dejes llevar; cuando cada músculo de tu cuerpo sólo busca moverse hacia ella, cuando todos tus pensamientos, aunque arreemolinados, se centran en su presencia, cuando tu corazón se olvida de latir, y sólo sabe sentir? Cómo controlarse, digo, cuando te acaban de regalar el mejor regalo de tu vida, cuando aún sin saberlo ella, acababa de hacer aquello con lo que llevaba yo soñando una vida y media? Era mi ilusión más recurrente, lo había soñado durmiendo y despierto, y nunca nadie lo había hecho por mi, nunca, nadie. Hasta hoy, hasta ella. Y entonces...rompí a llorar, me abracé a ella como si fuera un niño, escondiendo mi rostro en su pelo, noté sus labios en mi cuello, un beso y una sonrisa que no pude ver, pero sí sentir. Y lloré más, lloré de la emoción, de la felicidad, de todas las cosas que quería expresar en ese momento y no era capaz, sólo con lágrimas. Me separó de su cuerpo y me cogió la cara con sus pequeñas manos, mirándome a los ojos todavía sonriente. - Don't cry, silly- y me besó todas y cada una de las lágrimas que rodaban aún por mis mejillas. Le besé, fuerte, como si tuviera que comprobar que aquello era real, como si no hubiera nada más en el mundo que quisiera hacer. Y es que en ese instante, así era.

-Te dije que no me olvidaría de tu regalo- me dijo todavía esperando en la pared. No se había movido, sólo había estado ahí, esperando a que pudiera reparar en él de nuevo. - Eres un capullo, y te odio por hacerme esto- le dije, con tanta seriedad como tendría un payaso en mitad de actuación. Se acercó a mi y me dió un abrazo, se lo devolví, apretando más que de costumbre, y sólo pude decir, en voz baja. - Gracias -.
Carlos me dió un par de palmaditas en la espalda y se despidió de Nuria, y mientras caminaba sin prisa y visiblemente contento hasta su coche, yo noté unos dedos ansiosos de cogerme, una mano que buscaba completarse. Carlos arrancó y pasó por delante de nosotros, pitando y saludando con la mano. Y así, nos dejó solos, a mi y a ella, a nosotros. Y él ni se imaginaba hasta qué punto yo estaba agradecido por lo que había hecho, pero pronto, unos años más tarde, lo iba a descubrir.

Imagino que algunos querrían que contara qué más pasó ese día, a dónde fuimos y qué nos quedó por decir. Pero no puedo, no debo contar lo que no tiene palabras para ser descrito, no sería justo para lo que yo viví ese día, para lo que nosotros vivimos.
Sólo diré...que nunca más creí en el miedo, nunca más perdí mi pasión por soñar, y que desde ese día, he vivido con la única idea en la mente, de regalarle cada día felicidad.





~Some day~