martes, 28 de abril de 2015

¿Cómo sabes que amas a alguien...?

¿Cómo sabes que amas a alguien? ¿Cómo sabes qué es amar y qué no es?

Amar es como dibujar con el dedo en el cielo un camino entre estrellas. Todo el mundo puede hacerlo. Para todos habrá cielo, estrellas, un camino y un dedo que lo pinte... pero ningún camino será igual a otro.

Así que, así de primeras, no habría sabido qué responderte. Te diría que no sé cómo se sabe que amas a alguien, pero que sí sé qué es amar. ¿Qué es amar?
Amar es, ni más ni menos, lo que yo siento por ella. 

Supongo que ahora me preguntarías que cómo puedo estar tan seguro de que eso es amar. Es una pregunta justa, y haré lo mejor que pueda para hacértelo ver. Sin metáforas ni exageraciones. Ahí va:



No voy a hablar de lo que he hecho por ella, ni de lo que estaría dispuesto a hacer. No tiene que ver con las horas dedicadas, ni el esfuerzo, ni los sacrificios hechos o que pensé en hacer. No tiene que ver con los poemas que me ha inspirado, ni las canciones que pensar en ella me incitó a componer. Ni siquiera me atrevo a decirte que la amo porque estuve a punto de dejarlo todo para irme a vivir allí. No. No se trata de lo que hago o haría. Eso son sólo acciones. Lo que realmente me hace pensar que la amo... es lo que consigue hacerme sentir.

Sé que es un sentimiento distinto al que tengo por nadie más en el mundo, porque hay ciertas cosas que me ocurren con ella que no me ocurren con nadie más. Ni con mis amigos, ni con mis padres... ni siquiera con mi hermano.
No importa cómo me encuentre, no importa si estoy enfadado con el mundo o con ella, si estoy triste o si estoy deseando que la tierra me trague y desaparecer para siempre, me pasa que si estoy con ella, todo lo que sentía hasta ese momento se borra de golpe. Se borra y sólo soy capaz de sentirme bien, de sentirme tranquilo y feliz. Soy perfectamente consciente de lo ilógico de esto, pero es que incluso si hay algo que me preocupa terriblemente o que me causa malestar, algo en lo que evito pensar para no sentirme mal... cuando estoy con ella puedo hablar de ello y sentirme feliz, sentirme con ganas de sonreír. Y eso, eso no me pasa con nadie más.


Sé que la amo, porque  independientemente de dónde esté y lo que esté haciendo, nunca pasa más de una hora sin que le dedique aunque sea un pensamiento fugaz. Esto es así. Aunque sea sólo imaginar su sonrisa en un parpadeo, aunque sea sólo recordar su nombre.

Sé que es amor, porque muchas veces me pongo celoso y me enfurruño como un niño cuando le escucho hablar de otro alguien especial... pero te juro que luego siempre termino sonriendo porque la siento más feliz que antes. 


Sé que es amor, porque he querido a muchas antes y mientras y seguramente después. Soy un chico enamoradizo, no puedo negarlo. Y tengo facilidad para sentir y encariñarme. Pero una cosa es cierta a pesar de esto: He querido a muchas, y sólo ella permanece en mí una y otra vez.

Sé que la amo, porque la conozco, porque a veces me cae mal y me da rabia que sea de ciertas maneras. Porque a veces resoplo y me pone nervioso... pero no querría que dejara de estar ahí y de ser así.

Pero el motivo real por el que sé que te amo... es porque aunque sé que nunca voy a tenerte, quiero seguir queriéndote el resto de mi vida con alguna parte de mi corazón.



miércoles, 22 de abril de 2015

Buenas noches =)

"Buenas noches..." dijo mientras se acurrucaba un poco más en la cama y hundía la mejilla en la almohada. Hizo un silencio, dudó si decirlo o no. Finalmente lo dejó salir en voz baja, casi con vergüenza. "Puedes cogerme, si quieres..." susurró.


La había encontrado sola, sentada en un portal al lado de su casa, con la mirada perdida en las estrellas del cielo, con el pensamiento perdido en la solitaria lágrima que se había quedado pegada a su mejilla a causa del frío. Nunca la había visto llorar, y si la había visto, no lo recordaba ya... o simplemente prefería recordarla siempre por su mirada vivaz y sonrisa perfecta.
Cuando se acercó, ella no hizo el menor esfuerzo por ocultar que estaba a punto de llorar. Tampoco dijo nada, pero el pudo leer en sus ojos lo que esperaba que pasara. Se agachó y la abrazó sin mediar palabra, con una mano en su espalda firme, y la otra sujetando la cabeza que ahora se perdía en su hombro. Y estalló a llorar.

Se conocían de hacía muchos años, y aunque nunca habían quedado, sí que habían hablado largo y tendido de muchas cosas, siempre se habían apoyado el uno al otro, siempre habían sabido estar ahí. Y en cierto modo, eso les recordaba de vez en cuando, que nunca estaban del todo solos. Era extraño pensarlo, como dos personas que a penas se veían, podían preocuparse y velar tanto por la otra.

Después de eso, la había invitado a pasar a casa, y habían estado hablando hasta hacer volar las horas. Hasta que en vez de llorar, solo podía pensar en reír. Hasta que en vez de lágrimas, regalaba sonrisas. Esa sí era la chica que él recordaba.
Se había hecho realmente tarde, y el frío natural del invierno se veía ahora acompañado por la humedad de la lluvia que caía serena sobre las calles empedradas. Y decidieron que se quedaba allí. Y allí estaba, allí estaban.

No eran pareja, y nunca lo habían sido. No se amaban, ni buscaban una noche de consuelo, ni tampoco lo habrían querido. Y sin embargo ahí estaban, en la misma habitación, en la misma cama. Buscaban bienestar y confianza, buscaban sentirse parte de algo, de la vida de alguien. En ese momento, buscaban el calor que sólo te da alguien que te comprende, alguien que se preocupa por ti, alguien que te aprecia y que sabes que pase lo que pase... estará siempre ahí. Y ese día, en ese momento... ese vínculo que habían creado juntos siempre en la distancia, se hizo real, los unió aún más.

Pasó su brazo por encima de ella, cogiéndola con cuidado y acurrucándose también, moldeándose con su cuerpo. Ella cogió su mano entre las suyas y respiró hondo, como aquel a quien de repente ya no le pesan las penas. Él lo vio sin ver y sonrió: "Ahora sí son buenas..."

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Dedicado a una persona muy especial =)

lunes, 13 de abril de 2015

Un Madrid - Valencia

A veces encuentras la libertad y la aventura de vivir donde menos la buscas. A veces ocurren cosas que no imaginabas, y que una vez ocurren... nunca olvidas.

Ayer me reencontré con tres personas que nunca había visto antes. Ayer redescubrí a tres personas, que ya conocía incluso sin haberles conocido antes.Ayer conocí a tres personas que marcaron un día de mi vida, y que ocurra lo que ocurra en adelante, siempre habrá momento y lugar para recordar.

Me salí de la norma, me salí de lo normal, de lo racional. Me dejé llevar por la vida, por las ganas de ser libre y de vivir. Por las ganas de romper los moldes y olvidarme de las ataduras, por las ganas de recordar que, al final del día, sólo cuenta lo que hemos vivido y no lo que dejamos por vivir. Fui el yo que tenía olvidado, lo fui gracias a ellas, y lo fui por mí.

La verdad es que no recuerdo que hubiera ni un sólo segundo en el que me sintiera un extraño. Reí tanto, me despreocupé tanto de la hora, de la lluvia, del agua y del frío. Sonreí tanto, me despreocupé tanto de lo que podía pasar o no, disfrutando de lo que estaba pasando... que de tanto reír y tanto estar feliz, no me di cuenta de todo lo que estaba ocurriendo allí:

Se formaron lazos invisibles, de confianza sin motivo ni razón. Confianza que se sintió en el ambiente, en las miradas, en el tono de nuestra voz.
Se crearon lazos inexplicables, de bienestar y de compresión. Un pacto silencioso para que ese día, en ese momento, todo lo malo fuera bueno, y todo lo bueno, fuera mejor.
Y ojalá que esos lazos, no queden perdidos en un rincón.
Ojalá esos lazos, sean el comienzo de una historia aún mejor.

Gracias M.A.R  ^_^



Reservar una plaza en un coche compartido para hacer un Madrid - Valencia a las 19h. Tener la intención de dormirte en el viaje... y terminar durmiendo en la misma habitación que las 3 chicas con las que ibas después de estar en la playa bañándote con ellas a las 3 de la mañana, tres chicas que no conocías de nada hasta ese mismo día. Algo para no olvidar =)


miércoles, 8 de abril de 2015

Una gota de lluvia

"Llegó como una gota del cielo en un día soleado, cuando nadie la esperaba. Una de esas gotas que caen de un cielo sin nubes cercanas, arrastrada por el viento caprichoso hijo del azar. Llegó como una sola gota, y pronto se convirtió en lluvia, y solo entonces el arcoiris salió."


A veces no se trata de volverse a enamorar, ni de olvidar, ni de buscar, ni de querer encontrar. A veces simplemente se trata de caminar tu propio camino y dejarte llevar por él, sin mirar a los lados, sin intentar llenarlo. Dejar el dolor a un lado en vez de caminar paso a paso con él, en vez de arrastrarlo sin descanso.
Caminar tu camino y aguantarte en él, venga lo que venga. Pero sobretodo... caminar por tu camino y aprender a disfrutar y vivir las cosas que te encuentres en él. Puede ser una oportunidad, puede ser un cambio, puede ser una persona. No importa qué sea, sino que sea lo que sea, te haga sentir bien. Y no importa lo que dure, ni a dónde te lleve tampoco. Puede durar un mes, o veinte años, pero que  mientras dure, lo quieras tener. Y puede que te lleve lejos, o cerca, pero que te lleve donde te lleve... sea donde tú te quieras ver.
Si no es así... déjalo ir.

Yo me he encontrado con una gota de lluvia. Y la voy a dejar ser porque me gusta que ahí esté. Y quizá un día el arcoiris me ayude a ver.

viernes, 3 de abril de 2015

Ilusionarse

Alguna vez me he preguntado si la ilusión era algo opcional. Si era algo que uno podía elegir no sentir, si era algo que uno podía elegir descartar de su vida para protegerse de volar muy alto y sufrir la caída.

Imagino que no para todo el mundo es igual, los habrá capaces de despejarse de todo. Yo no soy uno de esos. A mi la ilusión me asalta lo quiera o no lo quiera, porque me gusta soñar despierto, imaginar, pensar en cosas que están por pasar. Y no nos vamos a engañar a estas alturas, la mayoría de las veces que me ilusiono, es con personas. ¿Por qué? Supongo que porque veo cosas en las personas, veo cosas que quizá ni ellos mismos ven a veces, cosas que me resultan interesantes y me gustan. No estoy hablando de enamorarse, no es necesario llegar a esos extremos. Simplemente ilusionarse, querer que ocurran cosas con esas personas, imaginar momentos especiales que sabes que sólo tendrían el máximo sentido con ellas.

Pero es que ilusionarse con una persona, igual que es algo muy bonito, es también el tipo de ilusión más devastador. Porque cuando te ilusionas con una cosa, por ejemplo, el día de tu cumpleaños, el día pasa y ya queda en el pasado, haya sido bueno o malo. Sin embargo, cuando te ilusionas con una persona... esa persona queda ahí en el tiempo, en el día a día, y se convierte en una caída tras otra durante largo tiempo, quizá demasiado tiempo para alguno. 

 Y con esta última caída, quedo ansioso de la siguiente.