"Llegó como una gota del cielo en un día soleado, cuando nadie la esperaba. Una de esas gotas que caen de un cielo sin nubes cercanas, arrastrada por el viento caprichoso hijo del azar. Llegó como una sola gota, y pronto se convirtió en lluvia, y solo entonces el arcoiris salió."
A veces no se trata de volverse a enamorar, ni de olvidar, ni de buscar, ni de querer encontrar. A veces simplemente se trata de caminar tu propio camino y dejarte llevar por él, sin mirar a los lados, sin intentar llenarlo. Dejar el dolor a un lado en vez de caminar paso a paso con él, en vez de arrastrarlo sin descanso.
Caminar tu camino y aguantarte en él, venga lo que venga. Pero sobretodo... caminar por tu camino y aprender a disfrutar y vivir las cosas que te encuentres en él. Puede ser una oportunidad, puede ser un cambio, puede ser una persona. No importa qué sea, sino que sea lo que sea, te haga sentir bien. Y no importa lo que dure, ni a dónde te lleve tampoco. Puede durar un mes, o veinte años, pero que mientras dure, lo quieras tener. Y puede que te lleve lejos, o cerca, pero que te lleve donde te lleve... sea donde tú te quieras ver.
Si no es así... déjalo ir.
Yo me he encontrado con una gota de lluvia. Y la voy a dejar ser porque me gusta que ahí esté. Y quizá un día el arcoiris me ayude a ver.
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