Los errores son lo que son, momentos o elecciones que tienen un resultado negativo con respecto a lo que esperábamos. Muchas veces se genera un miedo a esas errores, a ese equivocarse, a ese descubrir que hemos perdido el tiempo, que hemos hecho daño a alguien o a nosotros mismos, que algo que podríamos haber conseguido o retenido se escapa entre nuestros dedos...
Así es como la mayoría ven los errores, como pequeños monstruos que se van comiendo tu vida, que van destrozando la perfección y la felicidad en la que nosotros flotamos.
Pues no, señores. Pues no, señoras. Un error es simplemente una elección puntual en algún momento de la vida, y que como cada elección que tomamos, nos lleva por una camino o por otro. Los errores son mucho más neutrales y complejos de lo que salta a simple vista, los errores no se pueden medir en el momento, sino a lo largo de toda una vida. Me explico: Si yo hoy cometo un error que hace que no me den un trabajo, y a raíz de ello, sigo buscando trabajo, y al cabo de un mes encuentro el trabajo de mi vida... Sí, cometí un error que en su día tuvo un efecto negativo en mi, pero si lo miro detenidamente, gracias a ese error, hoy vivo un acierto que me llena la vida.
Y como ese, podría dar mil ejemplos, y como ese, seguro que cada uno de vosotros puede pensar uno, dos, tres y decenas de cosas que le han pasado similares, aunque sea a menor escala.
Los errores son sólo puntos de bifurcación de los caminos. Un error puede ser lo que necesitas para encontrar tu camino de verdad. Quizá si no hubieras cometido el error de intentar hacer esa cosa A, nunca habrías descubierto que lo que realmente te apasiona es la cosa B. ¿A caso no ha valido la pena entonces el haber estado haciendo durante un tiempo esa cosa A? Yo creo que sí. Además ya no es sólo haber hecho la cosa A, sino todo lo que alrededor de ello ha acontecido. Has conocido gente, has aprendido unas cosas, has descubierto otras. Has evolucionado como persona e individuo, has ganado en personalidad y en experiencias. ¿Cómo puedes pensar entonces que ha sido algo tan malo? ¿Estás seguro de que el error no ha valido la pena?.
A veces estamos tan cerrados y centrados en lo negativo de las cosas, que somos incapaces de ver todas las pequeñas partes positivas que se acumulan alrededor, de todas las oportunidades que se nos abren, de todas las posibilidades que podemos aprovechar a raíz de ese error. Es muy fácil lamentarse y esconderse en que es un error, descartar todo lo que engloba dicho error y tirarlo a la basura... pero lo que realmente deberíamos hacer, es mirar bien ese error, mirar lo que hemos sacado de él, y a dónde nos puede llevar.
Si nunca nos equivocáramos, si nunca cometiéramos errores... entonces no habría lugar para la magia del aprender. Y eso.. eso sería horrible.
Espero que esto te sirva de algo, aunque sea de muy poco, porque cada palabra que he escrito ha sido pensando en que te querría ayudar.
Tal para cual. ;)
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