Siento decepcionaros a todos. Seguramente esperabais que escribiera una entrada sobre lo mucho que aborrezco San Valentin y el nivel de consumismo y tontería que genera cada año por estas fechas. Seguramente esperabais que yo, precisamente yo, dijera aquello de "el que quiere mostrar su amor, que lo haga cada día del año que le nazca, cada vez que suspire por ella o por él, cada vez que sólo de cerrar los ojos y recordar su rostro se ilumine una sonrisa en su cara." Lo digo, lo mantengo. Seguramente esperabais que me quejara de como la gente utiliza este día, que me negara a ser yo uno más de los que llegados este día aprovechan para decir o hacer esas cosas que, maldita sea, tendrían que hacer durante todo el año. Porque si no amas sólo un día al año...entonces ¿Por qué no demostrarlo siempre?
Pero es que ha pasado así, que me ha apetecido pedir ser su Valentin. Y resulta que ella, me ha dicho que sí.
Y sin más explicación, y sin más motivo que porque me sale de donde a mi me da la gana...hoy no celebro San Valentin, pero te vas a comer estas lineas igual, con cada una de sus malditas sentidas palabras, con cada una de sus jodidas pensadas frases, con todos sus estúpidos sinceros significados y sólo voy a responder a una pregunta:
¿Por qué?
Pues mira, porque apareciste sin que yo te buscara, y todo el mundo me decía que ella aparecería cuando menos lo esperara, cuando dejara de buscar. Porque lo primero que recuerdo de ti es un "Fuck, shit" que me dejó boquiabierto y captó mi interés hasta tal punto que cada día quería jugar contigo para poder escucharte hablar en inglés. Esa voz que me derretía con cada R y cada L, esa voz que para mi no tenía rostro aún, pero que me hacía sonreír y querer más, y más.
Porque siempre teníamos mucho de qué hablar y nunca suficiente tiempo para decirlo todo, porque hasta la 1 de la mañana no era suficiente, ni hasta las 2, ni hasta las 3... y si el día hubiera tenido más horas, quizá las 9.30 tampoco habría sido suficiente.
Porque al tiempo descubrí que no sólo tu voz tenía el poder de derretirme, sino que tu sonrisa y tu mirada también, porque descubrí que de verdad no sólo me gusta escucharte, sino saberlo todo de ti. Porque me perdí mirando tu cara más veces de las que me olvidé de lo que estaba pensando o quería decir.
Por la ilusión que le pones a cada cosa que haces, la ilusión de tus palabras y la excitación de tus gestos mientras me hablas de pintura, de arquitectura, de arte, de ti. Porque me haces sentir que todo lo que hago cuenta, que todo lo que pienso existe, que todo lo que quiero es de verdad. Porque me haces soñar despierto, dormido, y en tres o cuatro estados más. Porque te empecé a echar de menos incluso antes de haberte tenido, porque te sigo echando de menos aún cuando te acabo de tener. Porque debatir contigo es una maravilla, porque me puedo perder contigo en el mundo de las ideas, de las palabras, de la razón. Porque compartir una tarde contigo es siempre indescriptible, porque me puedo perder contigo en el mundo que yo quiera, el de los gestos, el de los besos, el de las caricias, el de las risas, el del amor.
Porque eres el Watson que mantiene cuerdo a este Sherlock, y el Sherlock que mantiene las ganas de vivir de este Watson. Porque siempre me dan ganas de aprender un poco más cuando estoy junto a ti, porque despiertas mis sonrisa de buena mañana y la mantienes activa hasta el mismo segundo en el que me llego a dormir. Porque sabes como hacer que me sonroje, como hacerme rendirme a ti, porque si hablamos no siempre gano, y si gano a veces pienso que me puedes haber dejado ganar. Por confiar en mi en todo momento, por hacer que yo confié en ti, por ser quien escucha mis locuras, mis tonterías y mi preocupación, por ser quien ella misma sonríe...y hace desaparecer todo desazón.
Porque eres el Watson que mantiene cuerdo a este Sherlock, y el Sherlock que mantiene las ganas de vivir de este Watson. Porque siempre me dan ganas de aprender un poco más cuando estoy junto a ti, porque despiertas mis sonrisa de buena mañana y la mantienes activa hasta el mismo segundo en el que me llego a dormir. Porque sabes como hacer que me sonroje, como hacerme rendirme a ti, porque si hablamos no siempre gano, y si gano a veces pienso que me puedes haber dejado ganar. Por confiar en mi en todo momento, por hacer que yo confié en ti, por ser quien escucha mis locuras, mis tonterías y mi preocupación, por ser quien ella misma sonríe...y hace desaparecer todo desazón.
Porque contigo es todo más y nada es menos, porque simplemente cuando te digo que me muero por estar a tu lado para cogerte entre mis brazos, es porque siento que de no hacerlo algo está muriendo dentro de mi. Porque me has dado 4 días que no cambio por nada, y nada hay que no cambiara por tener de nuevo esos 4 días.
Porque eres tú, así como eres, tan grande y tan pequeña, tan tuya y tan mía.
Porque eres tú, así como eres, tan interminable como curiosa, tan interesante como loca.
Porque eres tú, así como eres... que haces que yo sea así, tan como soy, tan feliz.
Y el motivo más importante de todos...ese que es irrefutable, ese que nadie puede rebatir. Porque sí.
Feliz San Valentin
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