lunes, 15 de julio de 2013
Loco
La página está ahora en blanco, salvo por las palabras que describen su estado. Porque sé que necesito escribir algo, pero no soy capaz de arrancar, no soy capaz de cambiar este desasosiego por inspiración.
Mientras escribo, además, pienso que quizá debería cesar, que debería callar y forzarme a resistir... que lo que pueda salir de esta entrada no puede traer nada bueno, nada útil... nada más que una sensación de paz efímera que posiblemente muera con la próxima nevada de tus palabras.
Estoy loco. Estoy loco porque no pienso con claridad, estoy loco porque quiero hacer y decir cosas que desafían la lógica y el sentido común, estoy loco porque donde lo evidente es echarse atrás, parar, yo acelero. Estoy loco, no porque no entienda las cosas, sino porque nadie me entiende.
Estoy loco, es cierto, pero no es porque no tenga ideas, es porque las ideas que tengo, no las tiene nadie. Loco, de atar, porque cuando todos me dicen que olvide, yo recuerdo, porque cuando todos esperan que ceje, yo aún sigo. Supongo que ese soy yo, un loco de la vida, un loco profesional que no repara en gastos.
Automutilo mi cordura y acerbo mi locura intentando adivinar, intentando imaginar "por qués", intentando construir sueños, intentando unir puzzles. Alimento mis desvaríos y derribo mi piedra, dejando al descubierto el cristal, dejando al descubierto la herida, dejando al descubierto todo lo que ya no es sólo mio.
Estoy loco, sí, pero no puedo evitarlo, y quizá, aunque pudiera... no lo haría.
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