sábado, 22 de noviembre de 2014

Pánico

~ Hay cosas que mueren, y cosas que deberían aprender a morir. ~


Fue como un volcán que entra en erupción de forma repentina, la sangre le hervía al tiempo que la sentía helada, corriendo frenéticamente por su cuerpo como si fuera una carrera. El pánico se apodero de sus manos, de su cuerpo, y le trepó por la espalda atravesándole la espina dorsal hasta llegar al cerebro, adueñándose también de su mente. Lo que en otro momento había sido una lúcida maquina de razonar no era ahora más que un lioso laberinto con callejones sin salida a cada paso, no era más que una descuidada sombra trémula que no entendía la luz.

Comenzó a rodar por su mejilla, de forma incontrolada y tranquila, una gota de agua salada que puso rumbo directo a la comisura de sus labios. Ni siquiera entendía por qué estaba llorando, ni siquiera se dio cuenta de que estaba llorando hasta que no notó el sabor de la lágrima filtrándose por entre sus labios. Intentó recoger fuerzas de su interior, averiguar qué tenía que hacer, qué opciones tenía... pero todo resultó en vano, no era capaz de asentar ni apaciguar su mente, no era capaz de frenar lo que él no había querido empezar. Huyo de todo, de todo y de todos. Huyo como un niño desprotegido, como un niño al que nadie entiende, al que nadie extiende la mano que él busca.

Borró toda prueba de que él había existido, borró su rastro en la arena, sus pisadas en el suelo, su huella en cualquier recuerdo. Sopló todas las palabras que una vez dijo, sopló cada letra que alguna vez escribió. Borró su imagen del recuerdo de todos, borró todo, en todos, para que nadie le recordara jamás. Y corrió, corrió sin entender nada, sin ser capaz de comprender. Corrió hasta llegar allá donde nace el olvido, al acantilado de la desesperación. Se paró en seco y miró al vacío, miro a su destrucción...y la lucidez le golpeó de nuevo por un segundo. Miró atrás, através de los bosques y ríos que acababa de cruzar, miro através de los recuerdos que había borrado, de las palabras que ahora flotaban perdidas en el aire, de las letras que el tiempo empezó a borrar... y ahogando una palabra, saltó...

Y no se le volvió a encontrar..

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