Hoy me surge
una duda inesperada. ¿Es mi corazón muy grande? ¿O simplemente muy tonto?
Parece que nació para querer, lo cual estaría muy bien, si no fuera porque también
nació para no olvidar. Y es que mi corazón es así de especial, mi corazón nació
con esa manía de sentirlo todo multiplicado por diez. Sea dolor o sea amor, sea
alegría o sea tristeza, decepción o ilusión. Y lo más gracioso es que lo único
que consigue calmarlo, es lo mismo que lo que le causa dolor…
Bueno y... ¿Que qué hago
aquí escribiendo? Pues que la ausencia de tu presencia es la causa de la ausencia de mi esencia. Y sólo pienso en volverte a ver. Y echarte de menos es la única excusa que necesito para sentir que necesito escribir... y por eso borro la mitad de lo escribo, para tener que volverlo a escribir. Y fíjate tú, que yo quería escribir sólo una frase ingeniosa, pero es pornerme a pensar en ti, echarte tanto de menos, que no puedo dejar de escribir hasta que cada poro de mi piel se haya expresado.
No te puedo pedir que vuelvas, no te puedo pedir que me quieras, pero sí quiero pedirte que no olvides nunca que te quiero, sin tiempo ni distancia. No olvides nunca que mi corazón nunca olvida, y que tú sigues siendo parte de todo lo que él ansía. Y si por pedir que no quede... déjame que te pida: Sé feliz.
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