viernes, 6 de septiembre de 2013

Siempre se vuelve a querer.

Hacía ya tiempo que no escribía, principalmente porque no tenía acceso a internet... pero ya estoy de vuelta, y definitivamente tengo mil cosas sobre las que escribir. Historias reales, semi-reales y ficticias; poemas, reflexiones... de todo. Para que sea leve la vuelta, empezaré con este poema que escribí a mitad de Agosto y que tiene mucho significado.


Cuando estremece en golpes de fuego,
las ganas de saltar al vacío.
Cuando desgarran las alas del cuerpo,
a mitad del vuelo medido.
Cuando llueve en el sol de mis recuerdos...
es cuando más caigo perdido.

Cuando las luces del alba se apagan,
dejando aquel beso a oscuras.
Cuando ahogados renacen los gritos,
de cada momento más frío.
Cuando las lágrimas rasgan los ojos...
es cuando quisiera ser niño.

¿Y cuándo no queda más que desierto,
laguna de tierra y sal?
¿Y cuándo no queda más que inhóspita luna
para las noches que están por llegar?
Es entonces cuando el fénix vuela,
es entonces cuando arde sin quemar,
es entonces cuando amo y
por fin vuelvo a soñar.

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