Estaba sentada en frente, como tantas otras veces lo había estado en el pasado. Hablaba como si no hubiera pasado el tiempo, despreocupada y risueña como siempre. Pero había pasado año y medio desde la última vez que estuvimos uno en frente del otro... y su sonrisa seguía siendo la única capaz de hacerme arder y helar por igual.
Uno podría pensar que un año y medio es mucho tiempo, y quizá para algunas cosas lo sea, pero te puedo asegurar que en el instante en el que nuestras miradas se cruzaron reviví en un sólo segundo emociones y sensaciones que mi corazón se había guardado. Como si mis recuerdos explotaran en mi piel para recordarme algo, como si algo dentro de mi hubiera estado aguardando este momento para hacerme recordar.
Volví a sentirme emocionado por escuchar cómo de emocionada contabas tú tus historias, a sentir la sonrisa dentro de mí en cada momento que te conseguía hacer reír. Volví a trabarme en inglés al empezar a hablar de nuevo de ti, a tener ganas de dar lo mejor de mí. Y en algún momento, uno tan efímero que seguro ni llegaste a notar, volví a perderme en todo tu ser con mi mirada, el resto de mis sentidos, y mis ganas de echar a volar.
Ahora esperarás que te diga que ojalá pudiera volver atrás en el tiempo, cambiar lo que no supe llevar, corregir tantísimos fallos tontos y que querría volver a empezar. No porque quieras oírlo, sino porque suena a lo que toca contar.
Pues no, definitivamente no. El pasado que se quede donde está, que fue gracias a todo lo que vivimos por lo que aprendí de verdad. Que si no hubiera ocurrido como ocurrió, no nos conoceríamos como nos conocemos ya, todo sería distinto, tú serías distinta, y yo no sería igual. Ha pasado un año y medio, quizá algo más... hemos seguido caminos diferentes y librado cada uno sus propias batallas, hemos conocido a más gente y sin quererlo perdido en palabras. Pero en todo momento, hemos seguido queriendo lo mejor para el otro, hemos querido no abandonarnos y luchar contra el olvido y lo roto.
Y aquí estamos hoy, compartiendo mesa, minutos y pausas. Y aunque aún hoy tienes que seguir tu vida por un camino alejado del mio, hay algo que me ha quedado más claro que un grito:
"A pesar de todo, tú eres la única persona con la que me gustaría estar, siento que todo ha cambiado, y que por fin te aprendí a amar"
~Nini
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