domingo, 12 de octubre de 2014

Delirios a terceros



¿Cuántas personas van y vienen?¿Cuántas personas aparecen un día sin saber por qué ni de dónde, y cuántas se van de la misma manera? Quizá dedicamos demasiado tiempo a las personas que se fueron, y no el suficiente a las que siempre están ahí o las que podríamos llegar a conocer.



Para alguien como yo, alguien que tiene los sentimientos a flor de piel, alguien que se ilusiona con la facilidad con la que lo hace un niño, alguien que se vuelca siempre sin reparos al conocer a alguien, alguien que salta siempre al vacío sin saber si sabrá volar... para alguien como yo es muy difícil tener la mente fría y hacer las cosas bien en todo lo que tenga que ver con los sentimientos. Es difícil controlar, es difícil aprender a no dejarse a llevar,y hay que hacerlo, porque las prisas a veces llevan a caminos que no querríamos caminar. Aunque lo importante es que nunca, nunca...dejo ni dejaré de soñar y de creer que todo es posible. Nunca.

Todos hemos tenido nuestras historias de amor, todos (menos los más afortunados), sabemos lo que es que algo se acabe, a veces bien, a veces mal. A veces sientes que era el momento de terminar, que ya se había vivido todo lo que había que vivir, y otras crees que todo tuvo que ser diferente, que quedaron historias sin contar, momentos sin vivir, muchas cosas que compartir... Pero la vida no es un juego, no se puede guardar la partida y cargar cuando algo sale mal, cuando te equivocas, cuando la suerte te traiciona, cuando simplemente esperabas tener otro final. Y entonces te preguntas.
¿Qué te queda? Pues seguir adelante, no cerrarte a la gente, sino abrirte a conocer, no hundirte en tu tristeza, sino valorar más las sonrisas que te da cada día. Eso.. es lo que único que te queda. Y ¿quién sabe? quizá la próxima, sea la buena.

En ocasiones la vida transcurre de una forma curiosa. Se empeña el destino en ir poniendo en tu camino personas que captan tu atención y se convierten en el centro de de tu vida de alguna forma, durante un tiempo. Parece que todo, hasta las estrellas, gire al rededor de ellas. Cada casualidad, cada cruce, cada mensaje subliminal. Pero siempre durante un tiempo, relativamente corto, aunque relativamente intenso... y entonces un día se pasa uno de esos ciclos, y te paras, miras a tu alrededor, y descubres que hay personas que siguen "orbitando" alrededor de ti, personas que desde el día que las conociste marcaron tu vida de alguna manera, y no se conformaron con tan sólo quedarse ahí. Personas que lucharon por hacerse un hueco en tu vida, con constancia, con muchas ganas, cometiendo errores como todo, pero sabiendo pedir perdón. Y tú, sin darte mucha cuenta de ello, te has ido abriendo a ellas, has ido dejándoles entrar poquito a poco cada día, has ido haciendo tú también que formen parte de tu vida, y tú de la suya...
Y entonces te preguntas... si quizá no es a esas personas, a las que quieres de verdad.



Me gusta pensar que sobre el amor no hay nada escrito. Que no existe un destino ni una media naranja. Yo creo en los sueños, en las metas que se siguen porque se quieren de verdad. Yo creo en el amor que nace y el que se hace, porque los dos son amor. Yo creo... que sólo por eso, ya vivo en un mundo mejor.

Yo creo que los sueños son sólo sueños cumplidos cuando se pueden compartir, que la felicidad es más tristeza cuando no tienes quién te vea sonreír a rabiar. Yo creo... y nunca dejo de creer... que ella, sea quien sea, la conozca ya o la haya de conocer...va a llegar y entonces, entonces =).


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