Me gustaría dedicar hoy mi entrada a todos y todas las personas que día a día están ahí, aunque no les pregunte, aunque no les oiga, aunque ni siquiera hablemos de continuo... pero que a la hora de la verdad, sea cual sea esa hora, siempre responden a mi llamada, incluso si no llego a hacerla.
A todos ellos, gracias.
No todos los amigos son iguales, y con esto quiero decir, que no todas las relaciones de amistad se crean y sustentan de la misma manera. Hay amigos con los que te hablas casi a diario o cada poco tiempo al menos, y otros con los que hablas sólo de vez en cuando. Hay amigos con los que siempre estás riendo y siempre (o casi siempre) estáis de acuerdo, y otros con los que tienes roces y discusiones en ocasiones.
No es más fuerte una amistad que otra sólo porque haya más días al mes en los que os veáis. Hay amistades que son de otra forma, que perduran en el silencio y la distancia durante mucho tiempo, meses incluso, hasta años... y que en un momento dado, si lo necesitas, esa persona estará ahí para ti como si no hubiera pasado ni un día desde que os disteis el último abrazo. Porque eso es la amistad.
No es más fuerte una amistad que otra sólo porque no haya roces ni discusiones. Hay amistades con las que a veces chocas, porque existen las opiniones diferentes. A veces incluso se puede llegar en el calor de una discusión a alzar la voz, a decir alguna tontería, pero igualmente, incluso si acabáis de tener una de esas discusiones, si lo necesitas, esa persona se tragará su orgullo, ni siquiera pensará en él, y estará ahí para lo que sea. Porque eso es la amistad.
Hay amistades que se forjan en cuestión de días, y amistades que se forjan en cuestión de años. Ninguna es mejor que la otra. Simplemente a veces pasa que conoces a alguien que en seguida se gana tu confianza y tú la suya, y otras veces necesitas que ocurra algo para darte cuenta de que una persona realmente debería ser tu amiga, que puedes confiar. Lo que realmente importa es que desde que el momento en el que se crea, esa amistad sea fuerte y dure.
Hay amistades, como ya he dicho, de muchos tipos. Hay amistades que rebosan cariño, amistades que se centran más en el respeto y la admiración, amistades que basan sus cimientos en la confianza, amistades que se apoyan más en la continuidad. Y hay amistades que mezclan todos o algunos de estos aspectos, e incluso las hay que a mi se me escapan ahora mismo.
Hay muchas personas que pasan por la vida de uno. Algunas lo hacen para quedarse y otras están de paso. No todas las que se quedan son amigos, y no todas las que se van tienen por qué no haberlo sido. Simplemente a veces dos caminos se separan demasiado, y muy pocas veces se vuelven a unir.
Yo doy gracias por lo que me ha tocado, doy gracias por los amigos y la amigas que tengo, porque realmente siento que puedo contar con ellos en cualquier momento. Y no sólo lo siento, sino que en este último mes me lo han demostrado como nunca, superando incluso mis expectativas.
Sois mi gran tesoro, mi mayor tesoro. Más que mi música, más que cualquier amor que pueda haber sentido, más que mis historias y poemas. Sois lo que sois, y espero poder devolveros todo esto que me estáis demostrando, cuando llegue el momento. Prometo que estaré ahí.
Gracias
~Always
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