sábado, 2 de noviembre de 2013

Ese algo

A veces no entiendes una cosa, te cuesta siquiera hacerte la idea de que pueda tener sentido, de que realmente pueda ser así... esto no tiene por qué ser un problema de entrada, pero se convierte en algo complicado cuando eso que no entiendes choca contigo, con tu manera de ser, con aquello en lo que tú crees. Y sin embargo, hay veces que hay un algo que te empuja a seguir ahí, que no te ayuda a entender, pero sí a aceptar y mantenerte ahí. ¿Ese algo qué es? Quién sabe.


He entrado en el blog convencido de que lo que necesitaba hacer era escribir, desahogarme otro día más dejando plasmado en estas páginas cómo y qué siento. Suponía que como muchas otras veces, al hacer esto me sentiría mejor y podría continuar. Pero me he sentado aquí, delante del ordenador, y la verdad no he sabido sobre qué escribir, porque podría repetir una y otra vez lo que he dicho otras veces, lo que ya he dicho que siento. Pero por muchas veces que lo diga, eso no lo va a hacer más real ni más profundo ni más sentido. 

Supongo que no soy bueno para luchar contra el tiempo, ni tampoco para controlar bien las emociones y sentimientos que me azotan cada día. Supongo que no sirvo mucho para vencer mis miedos, ni para dejar de ser lo sensible que vengo siendo. Supongo que hay muchas cosas para las que no soy bueno y esas cosas cuestan de cambiar. Pero sí que hay una cosa que se me da como a nadie, que siempre acaba saliendo a la luz. 
No importa si cruzo ríos de lava o sendas de zarzas. No importa si camino sobre puñales o si mi dramático yo cree sentir que se me parte el alma. Da igual, porque si realmente tengo ilusión y creo que en la meta hay algo grande, voy a seguir adelante. Hasta el final, hasta que no haya nada más que hacer, hasta que no quede nada más por lo que luchar. Y eso, tampoco lo puedo cambiar.

Hoy ha sido un día extraño, sí. Mi guitarra ha sufrido un percance, y algo se ha roto. Ya no suena igual, ya no suena bien... y la verdad eso me ha dejado tocado. La guitarra, mi guitarra, significa mucho para mi, más que por el hecho de ser un instrumento musical. Pero bueno, estas cosas pasan... y como dicen los psicólogos y filósofos de la vida...

Siempre hay motivos para sonreír. Yo tengo aún uno muy bueno, está lejos, pero lo tengo.

Buenas noches a todos y todas.




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