martes, 13 de marzo de 2018

Ojalá vuelvas

Entiendo que te fueras, comprendo los motivos, incluso aquellos que nunca se dijeron y quedaron a merced del olvido en el fondo de ti. Comprendo mis errores, mi equívoca motivación, mi falta de comprensión. Así que no solo entiendo que te fueras, sino que además lo apoyo. Lo que no consigo sobrellevar, es que no vuelvas, o peor aún, que no quieras volver.
 
Después de tantas horas, tantos recuerdos y canciones. Después de tantos viajes, tantos esfuerzos por regalarnos unos minutos más. Hicimos grandes cosas pequeñas, vivimos de forma distinta momentos banales. Pero sobretodo, creamos. Creamos cientos de historias, algunas reales y otras no tanto; creamos magia, unas veces de letra y otras de tan solo un instante; creamos algo, para los dos, un algo sin nombre y ajeno al paso del tiempo, un algo que debía estar para siempre... Porque tanto tú como yo, lo habríamos querido así en su momento.
 
Y a mí, a mí se me parte el alma solo de imaginar que no se puede recomponer el puzzle. Sabía que eras de muchas piezas, y que eran de difícil encaje, incluso algunas eran cambiantes. Sabía que tardaría toda una vida en entenderte del todo, pero estaba dispuesto a esperar si mientras podía seguir aprendiéndote día a día.
Solo espero que te des cuenta de lo mucho que has sido para mí, de lo mucho que me has importado... y que sepas que pase el tiempo que pase, aquí te seguiré esperando. 
 
Y ojalá un día me hables tú, y pueda empezar una nueva historia con la misma letra pero distinto final. O mejor aun, sin final.

Ojalá vuelvas.

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