Supongo que a veces no basta con querer hacer las cosas bien. Porque no siempre lo que crees que haces bien, está bien. Está claro que cometer errrores es humano, está claro. Pero los errores, humanos o no, tienen consecuencias.
He cometido muchísimos errores en mi vida, supongo que tantos como cualquier otro, o incluso más. He sacado dos conclusiones en claro:
Uno, que el que más errores comete es el que más cosas intenta. Y dos, que los errores con las personas que quieres, terminan doliéndote más a ti que a ningún otro. Esto último, a mi pesar, lo he comprobado en demasiadas ocasiones y en mi propia vida.
Mis errores han sido tan grandes, que he llegado a perder a gente de mi lado. En algunos casos, para siempre, en otros con más fortuna, durante "solo" años.
Y de todo esto, lo que he sacado en claro es... que aunque estemos condenados a cometer errores, es nuestra opción elegir qué hacer con ellos.
Aunque creas que no sirve de nada, discúlpate, una y mil veces si hace falta y lo sientes. Aunque creas que ya es tarde, reconoce tu error, no le pongas excusas, admite que has sido estúpido. Aunque no le veas sentido, demuestra que te importa haberte equivocado y haber dolido a alguien. Demuéstralo con más que palabras. Demuéstralo de corazón con cada cosa que hagas mientras lo sientas.
Y es que no se trata de buscar el perdón de la otra persona, sino de buscar el perdón de uno mismo.
Nadie puede librarse de errar, pero todos podemos elegir cómo afrontarlo.