No quiero tener la suerte de cometer errores y que se arreglen solos. No quiero tener suerte para que me den trabajos, ni encontrar un piso con condiciones inmejorables. No quiero la buena suerte, no la quiero si no va cogida de la mano contigo.
Paso de esa suerte que hace que todo me vaya bien, que cualquier dificultad que se me plantee en el camino termine por solucionarse de la mejor manera posible y sin que prácticamente lo intente. Paso de esa suerte, por completo, si no la puedo tener cuando se trata de ti, de nosotros. Y es que aunque ya te lo he dicho, te lo puedo repetir una y otra vez, porque no es algo de lo que vaya a cambiar de opinión: Eres el amor de mi vida, y no lo mido en cuánto te quiero y ya, sino en esas otras cosas que me haces sentir. Cosas que no había sentido antes, que no habría podido explicar hasta el momento en el que comencé a vivir mi vida junto a ti.
¿Conoces esa sensación de que alguien se funda en un abrazo contigo y de repente no sientas ningún tipo de emoción ni sentimiento más que una completa calma que te hace sentir seguro? Yo ahora la conozco, gracias a ti.
¿Conoces ese momento en el que tu mente se centra, tu actitud cambia, tus ganas de todo crecen y parece que por fin estés caminando el camino que tú mismo elegiste para ti? Yo lo conozco, gracias a ti.
Es fácil decirlo, lo sé. Es fácil porque las palabras se escriben en solo un instante, pese a que lo que describen es un sentimiento y estado que durará toda una vida. Es fácil decirlo, pero también tengo intención de demostrarlo, de seguir día a día a tu lado. Estoy seguro de que meteré la pata alguna vez, y alguna otra. Estoy seguro que seguiré teniendo errores, pero no más seguro estoy de ello que de que no voy a cansarme nunca de ti, de tu risa que hace eco en mí, de tu manera de recibirme cada día al llegar a casa, de tus movimientos aleatorios, de cuando te da espumita. Dios, qué feliz soy cuando te da espumita.
No sé, Nika, quizá sea un tonto por creer en el amor verdadero. Quizá sea un tonto por creer que algo basta solo con quererlo e intentarlo con todas tus fuerzas para tenerlo y que esté siempre ahí... pero este tonto te quiere, ayer, hoy y para siempre.
Este tonto... sabe poco, pero lo poco que sabe lo sabe bien. Y sé... que eres el amor de mi vida.
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