Muchas son las personas que te cruzas a lo largo de tu vida. Y pocas son aquellas que encuentras y parece que brillan con una luz descomunal… y menos aún aquellas que mantienen la luz brillando durante toda su vida.
Hay personas que he conocido y que me han marcado de una manera que no me atrevo a describir en palabras. Algunas se han dejado conocer más fácilmente y otras menos… pero igualmente he querido y he hecho esfuerzos voluntarios para conocerlas. ¿Por qué? Porque esas personas no son personas cualquiera para mi, son personas que nada más verlas, he sabido que tenían algo que aportar a mi vida… y cuanto más las he ido conociendo, más he ido creciendo y conociéndome yo mismo como persona. Aunque algunas de esas personas son de mi entorno más directo y cercano, otras no lo son, algunas viven a cientos de km de mi, y al menos una, incluso más.
Me hace feliz. Me hace feliz el conocer a esas personas en cuestión, el camino de conocerlas me hace sentirme contento, me hace llevarme muchas alegrías. Hoy, por ejemplo, llevaba meses y meses peleando por arrancar un poco más de conocimiento de una de esas personas, manteniéndome firme en la muralla con la intención de esperar a que se abriera la siguiente puerta… y hoy por fin parece que lo ha hecho, que he dado un paso más hacia adentro, que estoy una pieza más cerca de montar ese puzzle imperfecto. Y puedo aseguraros que ese momento me ha aportado más felicidad que, por ejemplo, sacar una letra perfecta para una canción.
Desde aquí, hoy, sin motivo ninguno más que mis ganas de seguir conociendo y avanzar, quiero dar las gracias a esas personas que me han marcado y me van marcando, que me hacen moverme y avanzar, que me hacen aprender y tener interés, que me hacen ser parte de lo que soy. Algunas sabéis quiénes sois, otras supongo que no. Pero que suene bien alto esto que digo… que yo nunca olvido, y mis recuerdos están escritos a boli sobre papel permanente. Ni la lluvia, ni el viento ni el tiempo… son capaces de borrar las cosas que esas personas marcaron.
=)